Es importante comenzar por saber que la actividad física se define como la capacidad de realizar cualquier movimiento corporal producido por los músculos esqueléticos, y que tiene como resultado un gasto energético. En el cuerpo humano, este proceso requiere la ingesta de alimentos, que se degradan mediante reacciones químicas liberando la energía que es utilizada por los músculos para realizar tareas como: caminar, subir escaleras, correr o practicar algún deporte.
Ahora bien, es preciso señalar que los beneficios que se obtienen de la actividad física incluyen: el fortalecimiento del corazón, que aumenta en tamaño y fuerza y se protege de infartos al miocardio; las personas entrenadas se recuperan en menor tiempo después de sufrir una enfermedad, en comparación con las personas sedentarias; se fortalecen los músculos respiratorios permitiendo una mayor y más efectiva inspiración y espiración; disminuyen los lípidos sanguíneos como el colesterol y los triglicéridos, que obstruyen las arterias; disminución del tejido adiposo (grasa) en el organismo; disminuye la tensión arterial; ayuda en el control del estrés, la depresión, la ansiedad y el insomnio.
En este punto es oportuno plantear la siguiente interrogante: ¿si la actividad física es tan buena para la salud, por qué tan pocas personas la realizan de manera constante?; aunque existen varias formas de responder esta pregunta, lo importante es decir que, el esfuerzo excesivo, la ausencia de un plan de ejercicios y la incapacidad para compaginar la actividad física con nuestra rutina diaria, afectan, negativamente, nuestro interés. Para ver como podemos abordar estos factores y dedicarnos a la actividad física de forma constate, vamos a ver lo que propone el Dr. Michael Gliwsky (psicólogo clínico en el Cedars-Sinai Center): 1) Comience hoy, no hay un tiempo ideal, use cualquier pretexto (año nuevo, buen clima, un amigo, sólo comience). 2) Empiece con lo más simple y fácil que usted pueda hacer, hágalo todos los días y trate de que sea a la misma hora. 3) Tenga éxito, insista más en el tiempo que en la distancia. 4) Aprenda sobre su deporte, consulte y lea sobre entrenamiento y salud (www.stronghealthcenter.com) pregunte a sus amigos, en fin, interésese. 5) Sea prudente, no se esfuerce demasiado al comienzo, descanse cuando sea necesario. 6) Meta al ejercicio en su vida, reúnase con otros que también lo practiquen, disfrute lo que esta haciendo. 7) Después de los 35 años de edad es bueno realizarse una evaluación médica, que descarte cualquier tipo de contraindicación.
De esta manera, queridos lectores podemos darnos cuenta que “hoy es el mejor día para ejercitarse”. Emprendamos el camino para disfrutar los beneficios que se obtienen de la práctica del ejercicio físico; no hay más excusas, vamos a iniciar el maravilloso mundo de la actividad física, la salud y la vida plena.